Historia De Casa Caná
Porqué el nombre de Casa Cana? El primer milagro hecho por Jesús fue en Caná de Galilea, precisamente en una boda. Sellando la importancia de la familia antes la humanidad y la iglesia.
Juan II : 1-11 Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús; y también Jesús fue invitado, con sus discípulos, a la boda. Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Y Jesús le dijo: Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí en esto? Todavía no ha llegado mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que El os diga. Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: Sacad ahora un poco y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, y como no sabía de dónde era (pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala llamó al novio, y le dijo: Todo hombre sirve primero el vino bueno, y cuando ya han tomado bastante, entonces el inferior; pero tú has guardado hasta ahora el vino bueno. Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en El.
Un Sueño llamado Caná
Nuestro querido Padre Angel Villaronga, (1925-2005) O.F.M., entonces, Director Espiritual del Movimiento Familiar Cristiano, que por más de 40 años fue incansablemente en favor de la familia y cuya palabra y orientaciones nos han ayudado a todos aquí y en el extranjero, tuvo un sueño... y ese sueño fue “Casa Caná”.
El Padre Villaronga siempre trabajó por los matrimonios y las familias. Como El nos dicía: Son la base de nuestra sociedad, y si no hay hogares buenos y unidos, nuestra sociedad no podrá seguir adelante sin una buena base moral.
El Padre Villaronga y todos sus amigos que lo ayudaron en su pastoral familiar necesitaban un lugar donde poder orientar mejor a las familias, con sus charlas, retiros, reuniones y encuentros. Un lugar donde pudiéramos cumplir con el lema del Movimiento Familiar Cristiano, “Un mundo mejor a través de una familia más feliz”.
No fue hasta la primavera del 1991, que se logó comprar una casa para sus propósitos de evangelización. En necesidad de arreglos y reparaciones esta obra no hubiera sido posible sin la cooperación y generosidad de muchos y que gracias a Diós y ellos esta primera parte del sueño pudo ser realizada. Hoy podemos decir que tenemos un lugar precioso y amplio, lugar donde el Padre Villaronga nos orientaba junto a otros sacerdotes y charlistas. Hoy día continuamos la obra que inició nuestro innolvidable Padre Villaronga, para que nuestras familias conozcan verdaderamente a Diós y sean mejores en el amor de Cristo para así lograr fortalecer a sus familias.
El sueño del Padre Villaronga tiene una segunda parte. la necesidad de albergue para los encuentros matrimoniales que se dan en Casa Caná. Que permitan que los participantes se hospeden allí, en lugar nuestro, antes de tener que ir a hoteles. Así todo pudiera realizarse dentro de “Casa Caná”. Con planos ya hechos solo es cuestion de contribucion para lograr el sueño del Padre Villaronga; Tener un lugar para las parejas y participantes . Si podemos completar esta segunda parte del sueño, podremos dar allí no solamente encuentros, sino retiros, charlas y distintas actividades para enriquecer a nuestras familias en el amor de Dios.
En Caná de Galilea, Jesucristo hizo su primer milagro, hagamos que este sueño de “Casa Caná” sea una realidad, sea un Milagro de Amor.
Juan II : 1-11 Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús; y también Jesús fue invitado, con sus discípulos, a la boda. Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Y Jesús le dijo: Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí en esto? Todavía no ha llegado mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que El os diga. Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: Sacad ahora un poco y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, y como no sabía de dónde era (pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala llamó al novio, y le dijo: Todo hombre sirve primero el vino bueno, y cuando ya han tomado bastante, entonces el inferior; pero tú has guardado hasta ahora el vino bueno. Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en El.
Un Sueño llamado Caná
Nuestro querido Padre Angel Villaronga, (1925-2005) O.F.M., entonces, Director Espiritual del Movimiento Familiar Cristiano, que por más de 40 años fue incansablemente en favor de la familia y cuya palabra y orientaciones nos han ayudado a todos aquí y en el extranjero, tuvo un sueño... y ese sueño fue “Casa Caná”.
El Padre Villaronga siempre trabajó por los matrimonios y las familias. Como El nos dicía: Son la base de nuestra sociedad, y si no hay hogares buenos y unidos, nuestra sociedad no podrá seguir adelante sin una buena base moral.
El Padre Villaronga y todos sus amigos que lo ayudaron en su pastoral familiar necesitaban un lugar donde poder orientar mejor a las familias, con sus charlas, retiros, reuniones y encuentros. Un lugar donde pudiéramos cumplir con el lema del Movimiento Familiar Cristiano, “Un mundo mejor a través de una familia más feliz”.
No fue hasta la primavera del 1991, que se logó comprar una casa para sus propósitos de evangelización. En necesidad de arreglos y reparaciones esta obra no hubiera sido posible sin la cooperación y generosidad de muchos y que gracias a Diós y ellos esta primera parte del sueño pudo ser realizada. Hoy podemos decir que tenemos un lugar precioso y amplio, lugar donde el Padre Villaronga nos orientaba junto a otros sacerdotes y charlistas. Hoy día continuamos la obra que inició nuestro innolvidable Padre Villaronga, para que nuestras familias conozcan verdaderamente a Diós y sean mejores en el amor de Cristo para así lograr fortalecer a sus familias.
El sueño del Padre Villaronga tiene una segunda parte. la necesidad de albergue para los encuentros matrimoniales que se dan en Casa Caná. Que permitan que los participantes se hospeden allí, en lugar nuestro, antes de tener que ir a hoteles. Así todo pudiera realizarse dentro de “Casa Caná”. Con planos ya hechos solo es cuestion de contribucion para lograr el sueño del Padre Villaronga; Tener un lugar para las parejas y participantes . Si podemos completar esta segunda parte del sueño, podremos dar allí no solamente encuentros, sino retiros, charlas y distintas actividades para enriquecer a nuestras familias en el amor de Dios.
En Caná de Galilea, Jesucristo hizo su primer milagro, hagamos que este sueño de “Casa Caná” sea una realidad, sea un Milagro de Amor.